Sigo esperando un suspiro de la vida que me llene de ganas la vida y le de algo de sentido. Mientras me engaño, llevo la vida que me dicen que lleve, sobrepaso los obstáculos de la vida, unos sin dificultad, otros dejándome la piel. Y paso, como un trozo de madera flotando sobre un río que nadie recoje, paso sin darle demasiada importancia a las cosas, sobrellevando las penas como puedo.
Y mientras, no estás, no te busco. Tampoco busco las llaves y siempre las encuentro antes de salir. Espero que aparezcas igual. Supongo.
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